LA EUROCĂMARA RECOGE LA DENUNCIA SOBRE EL ANILLO INSULAR
Foto: El portavoz de Los Verdes de Icod, Jonás Pérez con David Hammerstein
Acompañados de documentación sobre el trazado, fotografías sobre todo tipo de expropiaciones, cartografías de la Cueva del Viento y una queja en la que exponen detalladamente las consecuencias que el desarrollo del anillo insular de Tenerife tendrá sobre varios Lugares de Interés Comunitario (LIC) se presentaron ayer en Bruselas los representantes de la Plataforma Icodense por nuevas alternativas al anillo insular.
La Opinión de Tenerife.
Los vecinos confían ahora en que la comisión de peticiones de la Eurocámara admitirá a trámite la queja y que la implicación comunitaria permitirá detener las obras.
"Tenemos toda la ilusión puesta en que la afección de los LIC se contemple como es debido y que Europa responda. Hay cantidad de familias que han sido expropiadas y Europa no puede permitir que se rompan los escasos espacios protegidos que tenemos", subrayó la presidencia de la plataforma, Alejandra Pérez, que además de presentar la queja aprovechó el desplazamiento para visitar los despachos de varios eurodiputados, entre ellos el ecologista David Hammerstein y el socialista Manuel Medina. La presidenta de esta organización también lamentó que la Isla se está quedando "desierta" y que es necesario "valorar y cuidar lo poco que nos queda en Canarias".
Según explicó Alejandra Pérez ahora se abre un período de dos meses durante el cual la secretaría de la comisión de peticiones analizará la demanda para admitir o no a trámite la queja. Si pasa esta criba, podrían comparecer en audición pública para exponer su caso en el plazo de un año. Una larga tramitación que no les asusta pese a que el plazo estimativo del proyecto notificado por las autoridades canarias a la plataforma es de 40 meses. "Pensamos agotar todos los plazos", advierten.
La propia Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, que dirige Stavros Dimas, ya solicitó a finales de noviembre información suplementaria a las autoridades españolas sobre el proyecto de cierre del anillo insular, tras una queja del eurodiputado David Hammerstein, por el posible impacto sobre varias zonas incluidas en la red Natura 2000. En la respuesta parlamentaria el propio Dimas reconocía que la obra "podría afectar perceptiblemente a los lugares incluidos en la red Natura 2000, Corona Forestal de Tenerife y Acantilados de la Culata".
Según el Ejecutivo comunitario, el proyecto podría violar dos directivas europeas: una sobre la evaluación de las repercusiones de proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente y, una segunda, sobre la conservación de hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres.
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